lunes, 5 de octubre de 2015

Lo triste es que no te puedo culpar de no haberme amado,
porque sé que me amaste más de lo que creías poder.
No puedo culparme de no haber intentado,
porque sé que le dí mi todo.
No, lo más triste es tener que declararle a mi corazón (quebrado ya tantas veces)
que a veces las cosas no funcionan
sin importar cuánto ames
a veces las cosas se desmoronan.

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