miércoles, 28 de febrero de 2018

Tantas veces me he posado frente a una hoja en blanco, 
como si pudiera explicar lo que siento 
(como si pudiera comprender lo que siento),
y me veo defraudada constantemente. 

Quizás mi fuerte no sea la escritura 
(después de tantos años me parece ridículo no haberlo notado antes)
porque no es en las palabras en donde tiendo a desbordar. 

Las palabras me frenan en vez de fluir, 
nunca puedo evocar el sentimiento que busco en quien me lee.
Dentro de todo, no es algo que me duela,
todos tenemos nuestras afinidades.

¿Cómo descubrir nuestras virtudes?
Es fácil:
¿en dónde es que te escondes luego de haber fallado?

(en la música, siempre en la música).

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