No entiendo si comprendes el nivel de apego que concierne
el intentar escribirte cada vez que agarro un lápiz.
Intentar porque conozco mis letras tanto
como para decir que nunca equipararán las tuyas,
nunca reflejarán ésto que quiero decir.
Por eso las palabras quedan en mi boca,
el lápiz entre mis dedos
y la hoja en blanco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario